Estamos llorando sobre la vida que no elegimos, vamos avanzando por un camino que nos empuja hacia abajo y me agarras la mano tan fuerte que el dolor me hace querer soltarte, pero sigo buscándote y queriendo encontrarte.
Nací siendo poesía, pero me quieres mercenario de una economía que no he elegido pero que me hace pobre si no trabajo. Y es en uno de esos momentos que llaman ellos oportunidad donde la ansiedad se posa para estallar en un grito desgarrador del alma que por dentro llora y por fuera hace temblar la sala.
No entiendo a qué hemos venido, pero te confieso que en silencio es la poesía que salva esta vida que encuentra encanto en los callejones más oscuros de un París que no ha sido lo que me contaron aquellos que vieron en la aventura y no en el amor el salvavidas de un alma pérdida.
Por siempre poesía.
Bonita energía 